1 Kings 22:2-40

2 aY sucedió que al tercer año, Josafat, rey de Judá, descendió a visitar al rey de Israel b. 3Y el rey de Israel dijo a sus siervos: ¿Sabéis que Ramot de Galaad c nos pertenece, y no estamos haciendo nada para
Lit., estamos callados para no
quitarla de mano del rey de Aram?
4Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Respondió Josafat al rey de Israel: Yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos e.

5Josafat dijo además al rey de Israel: Te ruego que consultes primero
Lit., como el día
la palabra del Señor.
6Entonces el rey de Israel reunió a los profetas g, unos cuatrocientos hombres, y les dijo: ¿Debo ir a pelear contra Ramot de Galaad o debo desistir? Y ellos respondieron: Sube porque el Señor la entregará en manos del rey. 7Pero Josafat dijo: ¿No queda aún aquí algún profeta del Señor, para que le consultemos h? 8Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al Señor, pero lo aborrezco, porque no profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así. 9Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: Trae pronto
Lit., Apresura
a Micaías, hijo de Imla.
10El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus mantos, en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas j estaban profetizando delante de ellos. 11Y Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho unos cuernos k de hierro y decía: Así dice el Señor: «Con estos acornearás a los arameos hasta acabarlos l». 12Y todos los profetas profetizaban así, diciendo: Sube a Ramot de Galaad y tendrás éxito, pues el Señor la entregará en manos del rey.

13Y el mensajero que fue a llamar a Micaías le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Te ruego que tu palabra sea como la palabra de uno de ellos, y que hables favorablemente. 14Pero Micaías dijo: Vive el Señor m que lo que el Señor me diga, eso hablaré n. 15Y cuando llegó al rey, el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a Ramot de Galaad a pelear, o debemos desistir? Y él le respondió: Sube, y tendrás éxito, y el Señor la entregará en manos del rey o. 16Entonces el rey le dijo: ¿Cuántas veces he de tomarte juramento de que no me digas más que la verdad en el nombre del Señor? 17Y él respondió:

Vi a todo Israel

esparcido por los montes,

como ovejas sin pastor;

y el Señor dijo: «Estos no tienen señor,

que cada uno vuelva a su casa en paz p».

18Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te dije que no profetizaría lo bueno acerca de mí, sino lo malo q? 19Respondió Micaías: Por tanto, escucha la palabra del Señor. Yo vi al Señor sentado en su trono r, y todo el ejército de los cielos estaba junto a Él s, a su derecha y a su izquierda. 20Y el Señor dijo: «¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad?». Y uno decía de una manera, y otro de otra. 21Entonces un espíritu se adelantó, y se puso delante del Señor, y dijo: «Yo le induciré». 22Y el Señor le dijo: «¿Cómo?». Y él respondió: «Saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas t». Entonces Él dijo: «Le inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así». 23Y ahora, he aquí que el Señor ha puesto un espíritu de mentira en boca de todos estos tus profetas; pues el Señor ha decretado el mal contra ti u.

24Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana v, y golpeó a Micaías en la mejilla y dijo: ¿Cómo es que el Espíritu del Señor pasó de mí para hablarte a ti w? 25Respondió Micaías: He aquí, tú lo verás aquel día en que entres en un aposento interior
Lit., un aposento en un aposento
para esconderte y.
26Y el rey de Israel dijo: Toma a Micaías y devuélvelo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, 27y di: «Así dice el rey: “Echad a este a la cárcel, y alimentadlo con poco pan y poca agua
Lit., con pan de aflicción y agua de aflicción
hasta que yo vuelva en paz aa”».
28Y Micaías dijo: Si en verdad vuelves en paz, el Señor no ha hablado por mí ab. Y añadió: Oíd, pueblos todos ac.

29Y el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron contra Ramot de Galaad ad. 30Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla ae, pero tú ponte tus ropas reales. El rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla. 31Pero el rey de Aram había ordenado a los treinta y dos capitanes de sus carros, diciendo: No peleéis contra chico ni contra grande, sino solo contra el rey de Israel af. 32Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente este es el rey de Israel, y se desviaron para pelear contra él, pero Josafat gritó. 33Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.

Muerte de Acab

34Y un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura
Lit., entre las escamas de la armadura y la coraza
. Y él dijo a su cochero: Da la vuelta
Lit., Vuelve tu mano
y sácame de la batalla
Lit., del campamento
, pues estoy gravemente herido aj.
35Pero la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los arameos y al atardecer murió; la sangre de la herida corría hasta el fondo del carro. 36A la puesta del sol, pasó un grito por el ejército que decía: Cada hombre a su ciudad y cada uno a su tierra ak.

37Murió, pues, el rey y fue llevado a Samaria, y sepultaron al rey en Samaria. 38Lavaron el carro junto al estanque de Samaria y los perros lamieron su sangre (y allí se bañaban las rameras), conforme a la palabra que el Señor había hablado al. 39Los demás hechos de Acab y todo lo que hizo, la casa de marfil am que edificó y todas las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel an? 40Durmió, pues, Acab con sus padres; y su hijo Ocozías reinó en su lugar.

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